Detox
Fuera ruido
Vivir en mi cabeza es como estar en medio de una fiesta de cumpleaños infantil con treinta niños a tope de energía jugando en una sala con eco. Así día y noche. Rara vez me levanto descansada y rara vez soy capaz de relajarme de verdad sin estar alerta por algo que no puedo ni siquiera identificar. Entonces es cuando aparece el miedo al miedo y cuando tengo que tirar de los trucos que he ido aprendiendo durante los últimos años.
Antes era un ruido triste, un ruido seco, sin color y muy molesto, tanto que he pasado por varios tratamientos para disminuirlo, y vaya que si lo reducían. Lo reducían todo, sin excepción. Cualquier atisbo de emoción quedaba anulada produciéndome una sensación todavía más desagradable. Era una calma artificial muy fea.
Las pastillas anulaban esa esencia tan mía a la que no estoy dispuesta a renunciar. Así que un día decidí dejarlo y trabajar en ello de raíz (por supuesto sin dejar de recibir ayuda profesional).
En mi viaje de autoconocimiento descubrí que se puede conseguir muchísimo aprendiendo a escucharme a pesar del ruido. Lo considero una habilidad muy difícil de cultivar pero a la vez muy importante.
Entonces… ¿cómo se consigue solucionar un problema de ansiedad fuerte sin medicación?
Respuesta corta:
Poniéndome a mi misma como máxima prioridad en todo momento e invertido una gran cantidad de recursos en mi bienestar (tiempo, dinero y energía).
Ha sido el más claro acto de fé en mi misma y en mi propio proceso que he seguido en mi vida. Se pasa mal y los resultados no se ven a corto plazo, pero es importante ser constante.
Respuesta larga:
No voy a mentir, mi nivel de ansiedad sigue siendo alto. Si hay una fórmula mágica para eliminarla por completo, yo no la tengo. Por defecto tiendo al caos y lo estar bien me lo tengo que currar. No obstante, sí que estoy consiguiendo mi propia fórmula para aprender a vivir con ella sin normalizar el malestar, sin necesidad de pastillas y de una forma sostenible.
El factor más importante para mí es la ayuda profesional. Es cierto que soy la única persona responsable de mi bienestar, pero no tengo conocimientos infinitos en todos los campos que influyen en él.
No soy una especialista en psicología, medicina, dietética o deporte, por eso busqué la ayuda de psicólogos, psiquiatras, nutricionistas y profesionales del deporte para aprender de ellos y así convertirme, eso sí, en una especialista en mí misma.
Hoy por hoy me agradezco a mi misma todo este trabajo, incluso esta web en la que ejercito el más puro autoconocimiento, ya que es en parte gracias a todo esto que adoro levantarme cada mañana contenta por tener la oportunidad de vivir las horas que tengo por delante hasta que me vuelva a acostar.
En esta sección reúno mis reflexiones, mis prácticas, mi filosofía de vida y en general los trucos que me ayudan a construir un mejor día a día con el fin de tenerlas como referencia cuando las necesite.
