No quiero una relación seria
Suficiente con sortear los asuntos serios que a veces se presentan solos.
Quiero una relación natural de risas y lágrimas de emoción. quiero que por lo menos el 20% de nuestras conversaciones sean carcajadas.
No quiero un compromiso
Suficiente con los compromisos inevitables de la vida adulta de los que no nos podemos escaquear.
Quiero estar porque quiero, y que estés porque quieres.
No quiero ser consecuente con mi elección
Suficiente con el “ciencias o letras” que te manda para un lado u otro. Quiero elegirte y te elijo cada día.
No quiero una relación intensa
Suficiente con la intensidad que ya llevo de serie.
Quiero ser capaz de disfrutar el silencio contigo, de obtener la paz que me falta en ese lugar entre medias de mi caos y el tuyo.
No quiero una relación perfecta
Suficiente con los perfectos idiotas que a veces se presentan por el camino. Quiero regañarte entre risas cuando considero que limpias mal y que tú me regañes entre risas cuando me dejo la luz del salón encendida toda la noche.
No quiero solo tu alegría
Suficiente con la idea de positividad tóxica que últimamente parece que se nos quiere imponer.
Quiero tus malas caras también, y acompañarte en tus días más grises. Quiero crecer con cada discusión, con cada desconexión. Quiero aprender contigo de estos momentos no tan buenos que también forman parte de nuestras vidas y nos hacen humanos.
No quiero una vida juntos
Suficiente con esas veces que hago huevos para los dos en la sartén, se unen y rompo la yema al intentar separarlos.
Quiero que cuando tengas tiempo para ti se te olvide llamarme en un par días por lo bien que lo estás pasando y que al volver a casa me des un abrazo tan grande que me duelan las costillas hasta pasado un rato.
No quiero que nos gusten las mismas cosas
Suficiente con que no me des el pepinillo de las hamburguesas porque a ti también te gusta. Quiero que nos descubramos cosas nuevas el uno al otro que poder compartir (o no).
No quiero una historia de amor como Dios manda
Suficiente me ha mandado ya en forma de normas impuestas y ritmos marcados.
Quiero NUESTRA historia de amor.
